El ego es una estructura necesaria para que el alma realice esta experiencia de vida en el mundo de la materia, pero cuando la personalidad queda manejada por el egoísmo toda la fuerza de nuestra vida queda centrada y anclada en la visión de las creencias, mandatos y memorias que constituyen a ese mismo ego. Cuando esto ocurre se nos cierra la conexión a lo divino y la expansión de nuestra consciencia se diluye en la lucha por alcanzar los objetivos del ego. Este ego huye de los dolores y de los miedos del pasado creando ilusiones, expectativas y condiciones en el futuro. De este modo entramos en el tiempo y perdemos la plenitud del momento presente. A lo largo de este encuentro presencial trabajaremos de forma teórica vivencial sobre el mapa del árbol de la vida para comprender como funciona el proceso de la atención que conduce a la presencia: En este estado de presencia nuestra energía llega desde el plano espiritual y a la vez el ruido de nuestro pasado no se proyecta al futuro, sino que se diluye en el presente. Este fenómeno nos pone por sobre los miedos, por sobre las carencias y por sobre nuestras inseguridades que cuando la energía del ego las enfoca sostenidamente se activan desconectándonos de nuestro verdadero yo, fuente de esa plenitud. Veremos como la energía de la amorosidad es la base de la atención que nos conduce a superar el egoísmo para conectar con el campo vibracional del ahora, dimensión en la que nos sentimos plenos y completos por el simple hecho de haber superado el tiempo y la dimensión material.