Mujeres en círculo. Transitando los arquetipos. La Sanadora.
Te invitamos a vivir la experiencia de transitar en grupo la profundidad de este arquetipo. Conectar con lo que tiene corazón y sentido, coraje para abrazar lo más temido. Todo un día para vos, un día de alquimia y transformación.
DIAS Y HORARIOS:
Sábado 08/02/2020
- 10:00 hs.
a 15:00 hs.
El arquetipo de la sanadora representa el principio de prestar atención a lo que tiene corazón y sentido. El poder del amor como la fuerza curativa más poderosa de la Madre Tierra.
Sanación es recordar nuestra conexión con el todo, abrazando lo que más tememos, aprendiendo a confiar en la vida.
Sanación es abrir lo que está cerrado, ablandar lo que se ha endurecido y obstruye
Sanación es buscarse y expresarse plenamente, la luz y la sombra, la parte masculina y la femenina
El hecho de prestar atención a nuestra propia historia personal nos permite reabrir el corazón y conectar con los demás bálsamos sanadores universales.
El aspecto sombrío del arquetipo de la sanadora revela nuestra naturaleza adictiva y nuestros comportamientos que niegan la vida, las llamamos adicciones, detras de ellas se encuentra la pauta arquetípica de la mártir.
Estar atado a lo que no funciona, exagerar las experiencias negativas y ampliarlas es un ejemplo de cómo se manifiesta la sombra de este arquetipo
El taller es un viaje, un laboratorio donde están invitadas a conectar con el arquetipo, a descubrirnos y sanarnos. A través de diferentes abordajes: expresión corporal, escenas, ejercicios, dibujos nos damos el tiempo para transitar juntas este aprendizaje.
La Sanadora: un camino con corazón
El músculo del corazón seguirá trabajando mientras vivas. No se cansa porque cada latido incorpora una fase de descanso. Nuestro corazón físico trabaja pausadamente.
Cuando no ponemos todo el corazón en algo, hacemos las cosas a medias. Esta sensación de estar a medias surge cuando debemos hacer algo que en realidad no deseamos hacer. El hecho de sentirnos a medias nos anuncia que estamos en el lugar equivocado.
Cuando no tenemos el corazón abierto, estamos a la defensiva, encontrarse con las propias resistencias y protegerse ante la posibilidad de sentirse herido son señales de que tenemos el corazón cerrado.
Cuando nuestro corazón no está claro nos sentimos confusos, dudamos. Cuando experimentamos cualquiera de estos estados, se nos está recordando que hemos de aclararnos antes de emprender una acción.
Cuando no sentimos algo con fuerza es cuando nos falta coraje para ser auténticos y decir lo que es verdad para nosotros. La palabra “coraje” significa, la habilidad de defender el propio corazón o el propio núcleo.
Bibliografía: Angeles Arrien