Investigadora, docente y sanadora. Luego de ejercer durante años puestos gerenciales como gestora de proyectos y gerente de capacitación en empresas de tecnología (Executrain Corp. e Indra SI), decidió a partir de su propia experiencia terapéutica y una profunda crisis personal, disolver esa forma conocida para adentrarse en una búsqueda que la condujo a constituirse en su propio laboratorio de experimentación  y abordar el estudio de distintas modalidades terapéuticas y de sanación, que incluyeron el counseling psicocorporal, la terapia floral y la recuperación de tradiciones ancestrales desde la mirada chamánica.

Es a partir del contacto con los cantos ancestrales y el uso del Buffalo Drum tradicional en los viajes chamánicos, que se despertó el anhelo de ahondar en lo sonoro como vehículo de recuperación de aspectos a ser sanados e integrados, y mientras completaba su formación en Sanación Energética junto a Nora Rousseaux, comenzó a integrar el trabajo vocal e instrumental de amplio repertorio con las prácticas de toque sutil en su práctica de consultorio. Ha viajado para formarse guiada por maestros pioneros en sound healing, tales como Jonathan Goldman, Vickie Dodd, Jill Purce, Tom Kenyon, Fabien Maman y Silvia Nakkach.

En el año 2003, fundó Mandala como un centro terapéutico multidisciplinario, espacio que se fue transformando para constituirse desde el año 2009 en Escuela de Sonido y Artes Sanadoras. De ese proceso de investigación y estudio surgió una síntesis y modelo de trabajo, al que ha bautizado SoundTouch, el arte del Toque Sonoro.

Junto con su maestra Vickie Dodd, trabaja actualmente en el desarrollo de un programa de formación integral en Healing Sounds para Latinoamérica, fusionando recursos del SoundBody Works  y el SoundTouch (los modelos desarrollados por Vickie Dodd y Karina Quiroga, respectivamente).

Actualmente coordina en Mandala un proyecto de servicio comunitario que comenzó a funcionar a principios del 2011 de la mano de los graduados de la Escuela, llamado “Reencantando el Mundo”, que busca asistir a personas en situaciones críticas, con temáticas de cualquier índole, a través de la práctica curativa del sonido en todas sus posibilidades. Este proyecto comienza a ampliarse a otros espacios terapéuticos, con el fin de acercar y expandir estos recursos complementarios de manera eficiente y consistente con los principios de acompañamiento terapéutico de cada especialidad.

Su vocación en síntesis, es difundir el conocimiento de la práctica vocal y energética consciente con todos los recursos que las tradiciones antiguas y la ciencia moderna aportan ; integrando saber, presencia y corazón y llevando el poder transformador del sonido y el contacto amoroso a donde quiera que las puertas se abran, para permitir que cada vez más personas recuerden cómo recuperar su principal instrumento, su propia voz, y cómo desarrollar una actitud que irradie sanación  independientemente de sus circunstancias externas.

Todos somos parte de la misma orquesta, y cada alma contribuye con una melodía única en la misma partitura cósmica…