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Actitud Creativa: SILKE

Fuente: Circo Golondrina

Puedo empezar diciendo que Silke es una artista multidisciplinar, pero el término "multi" no me alcanza. Puedo decir que su obra más reconocida y premiada está dedicada al arte textil, pero eso no cuenta que ella es un referente en creatividad. ¡Que difícil describirla!

Lleva la seda en su nombre y en los caminos que eligió recorrer. Desde chica tuvo una profesora de arte que fue como una segunda madre y que le abrió todas las puertas al ser creativo.

Circo Golondrina le debe mucho a Silke. Hice un seminario de creatividad con ella hace tres años y fue una experiencia transformadora. Buscaba más que aprender técnicas artísticas y Silke me hizo entender que yo quería desarrollar mi creatividad en todos los sentidos, para conocer mi verdadero anhelo.
 
Le cuento esto ni bien llego a su estudio y ella me dice "yo no creo en las casualidades, todo es causalidad. Por algo se van hilvanando el destino y las oportunidades". Logro decirle "que buena manera de empezar", agarro con fuerza mi cuaderno de preguntas y trato de abrir todos mis sentidos para sus respuestas.
 
¿Qué te llevó a investigar específicamente sobre creatividad?
Yo nací en la Segunda Guerra Mundial, no tuve juguetes y el tema era arreglarse con lo que había. Mi educación era "todo lo que haces tiene que servir, porque hay que sobrevivir". El principio de mi trabajo creativo y de exposición era "obra linda y que se vendía muy bien". Hasta que me di cuenta que algo fallaba. Dije "acá hay algo que engancha mucho con la primera vista y no va a lo profundo. Entonces empecé un proceso de cambio, empecé a cuestionarme qué tenía para decir realmente.
En ese tiempo daba talleres de arte... técnicas, composición, color, lo hice por 8 años más o menos, pero todo llega también a un límite. Cuando uno es creativo no puede hacer siempre lo mismo. Cambió también mi vida, me volví a casar, empecé a hacer muchas exposiciones afuera, viajaba muchísimo. Tenía menos tiempo y para un taller de arte hay que tener continuidad. Yo quería seguir enseñando porque me place, y me preguntaba "¿qué puedo enseñar en corto plazo que los demás no enseñen?". Como todo llega en el momento justo, una gran amiga mía y gran artista argentina, Beatriz Bongliani, me regaló el libro "Cartas a un joven poeta", de Rainer Maria Rilke. Es un libro que justamente apunta a conocerse en la profundidad, y me dio la pista para saber cómo indagar quien soy yo.
 
¿Ahí empezaste a enseñarla?
Empecé a dar talleres creativos pero aún eran practico técnicos, llevaba telas, papeles, baldes con colores. Las visualizaciones y las meditaciones recién las estaba tomando en serio para mí. Aún no tenía la fuerza o la seguridad de hacerlo hacia afuera. Hasta que pasó algo muy muy loco cuando estaba armando una muestra en el Teatro Real, en la ciudad de Córdoba. Bueno, en algún momento uno tiene que ir al baño, ¿no? La parte de atrás del teatro estaba en obra, el baño estaba tan sucio que yo me quise poner en cuclillas y el inodoro se salió. ¡Y me reventó el culo! Me hizo un corte, me tuvieron que dar puntos, y el médico me dijo que no podía estar ni sentada, ni parada. Tenía que estar la mayor parte del tiempo acostada. Los albañiles me armaron un andamio con un colchón, me quedaba acostada boca a bajo y así dirigía la colgada de la muestra. El día de la inauguración vinieron todos, estaba llenísimo, y yo me enteraba cómo se repartía el chisme de mi caída según dónde aparecían las risas. Todo eso muy bien, al día siguiente iba a dar un taller en el marco de la muestra y había como 100 personas inscritas. Pedí que trajeran almohadones para sentarse en el piso, la única que no podía sentarse era yo. El museo tenía un sótano, yo me había llevado mi grabador con música de meditación, y después de explicar las tareas ofrecí a los que quisieran, acompañarme al sótano para acostarnos y que yo les hablara sobre mi proceso creativo. Ahí empecé realmente. Las personas habían ido para tejer, para teñir, para pintar, y se encontraron con una cosa totalmente diferente.

¿Después de tantos años dando estos talleres, qué pudiste observar en particular?
Antes me decían que la creatividad no se puede enseñar y yo decía que sí, se puede. Hablé con muchos colegas míos, pintores, poetas, artistas de otros rubros y vimos que la creatividad siempre es la misma, los desencadenantes van siempre desde la profundidad. Cómo cada uno llega a su profundidad, ahí son caminos diferentes. Lo que veo en común es el miedo al error. Hay un sello que alguien nos puso, o que nos dejamos poner y es el "vos no podes". Eso es lo más difícil de encarar, y justamente ahí veo mi desafío: mostrar que hay tantos caminos posibles, que entre las diferentes experiencias alguna va a ser fácil. Que se puede traspasar el límite de ese sello.
 
¿Cómo crees que se llega a tener un estilo artístico propio?
Sabiendo lo que tenés para decir. Yo creo que todos nacemos con anhelos profundos del alma, que cuando somos jóvenes no los conocemos, pero tenemos algo que siempre nos llama. Lo que siempre nos llama, cuanto más bolilla le damos, mejor. Todo el mundo está tranquilo, hay algo que llama, yo me doy vuelta y los demás no. Porque no es su anhelo, es el mío. El anhelo tiene una cara propia, es algo personal mío, algo personal tuyo. Y si es personal entonces no es general. Es una vía donde yo puedo mostrar, yo puedo contar lo que más me interesa, y por eso lo voy a hacer con mi propio estilo.

¿Sería lo que llamamos de voz interior, o algo así?
Es más. La voz interior es la que nos lleva a eso. Seguí tu voz interior y en algún momento te vas a dar cuenta que te encontrás con algo profundamente tuyo. La voz te llamó por acá, por acá y por acá... y de repente esa voz tiene una raíz. Ese es tu anhelo. A veces es solo uno, a veces son dos o más anhelos. Hay personas que tienen anhelo de ayudar al prójimo, de fijar la historia, de expresar. En mi caso, por ejemplo, era enseñar creatividad, la transparencia del color y el por qué de la vida. Todo eso, de alguna manera, también es un paquete al cual llegué después de muchos años. Por eso es importante estar abierto a la escucha de la voz interior. Sus caminos te van a llevar a tu joya interna.
 
¿Por qué decís que "somos más de lo que creemos ser"?
Todo el mundo nace con montones de talentos. Según como la vida se nos da, vamos desarrollando uno u otro, por ahí lo que más nos gusta, lo que nos es fácil, o el rumbo que nos han insinuado, pero hay miles de temitas que nunca tocamos. Y están. Uno de los grandes puntos de trabajar la creatividad es encontrarse con "ah, no sabía que esto también lo puedo", y ahí es donde descubrimos que somos más de lo que creemos ser. En los talleres trato de mostrar a las personas distintas facetas, para que puedan encontrar nuevos caminos. Yo creo que si no tuviéramos creatividad, no estaríamos listos para esta vida.
 

Además del miedo al error, que ya mencionaste, ¿cuáles son los bloqueos creativos más comunes?
Los bloqueos que tenemos están hilvanados sobre el miedo a equivocarse. Lo que también tiene que ver con el orgullo. "Yo no me puedo equivocar, los demás se equivocan". También está el "¿qué dirán los demás si yo me equivoco?". Otro bloqueo es conformarse siempre con lo mismo, no pensar en otra vía, o hacer algo pensando "así, más o menos, está bien". Creo que esos son los principales impedimentos: no darse la oportunidad y no buscar, no ser curioso. Hay que ir a lo práctico y tener libertad de pensamiento.

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